Contenedores e historia
Desde hace algunos días, se discute en torno a la ubicación de contenedores en la zona de El Sauzal de Rodríguez. Las opiniones van desde que “contaminan”, “se ven feos”, que “son muchos”, que “están creciendo” y otros.
Para entender El Sauzal, hay que entender al puerto. Veamos.
En 2014 el puerto de Ensenada presumía haber alcanzado el movimiento de contenedores a 140 mil, muy lejos, por ejemplo, del puerto de Los Ángeles que manejó 9.9 millones el año pasado o Long Beach poco más de 9 millones. En 2022, el movimiento de contenedores en Ensenada fue de 436 mil. La estimación para 2027 es que sea al menos de 654 mil en apenas cuatro años más.
Antes, debe anotarse algo. La columna vertebral de la economía estadounidense es precisamente su capacidad de movilidad de carga, portuaria y por tren. Ellos cruzan contenedores de Oeste a Este y eso, es la base de su economía.
El puerto de Ensenada es la vía de exportaciones-importaciones de cinco estados del noroeste de México. No es, aunque aquí esté o así se llame, el puerto de Ensenada. Es del Noroeste.
El movimiento logístico -recordando la cita de Estados Unidos- es la columna vertebral sobre la que se mueve la economía de un país, región, estado o ciudad. Más claro, si alguna vez se sufrió por falta de papel higiénico en la pasada pandemia, una importante tienda mayorista lo resolvió así: trajo carga en contenedores para satisfacer las ansias de los escépticos y asustadizos consumidores.
A todo esto, hay que agregar algo más. El Sauzal es, nació, se debe, a una villa pesquera e industrial. ¿Que huele mal? Sí, toda la vida, porque así huele el proceso de la harina de pescado. ¿Que se ven mal los contenedores? Sí, así se ve el crecimiento económico.
Quien no lo entiende, es quien no nació ni ha vivido lo suficiente en el puerto, por cierto, característica que une a los principales detractores de El Sauzal y el puerto.
No hay que conformarse, es cierto. Si algo se puede hacer para mitigar los olores, es buena idea. Si se puede hacer alguna valla verde para que no ofendan a la sensible vista de los recién llegados, puede ser.
Pero, de eso, a cambiar la historia para estar a gusto a la hora del té, eso no y tampoco se puede permitir otra vez, pues con similares falacias se impidió la construcción del ferrocarril Tecate-Ensenada hace 18 años.
Fuente: https://www.elvigia.net/columnas/2023/1/30/contenedores-historia-410543.html
